viernes, 14 de junio de 2013

Mantener el calentamiento global en 2°C, una "misión imposible"


La comunidad internacional empieza a trabajar para alcanzar en 2015 un gran acuerdo que permita contener en un máximo de 2°C la subida de las temperaturas, un desafío colosal que algunos expertos consideran una "misión imposible".
El ciclo de negociaciones de la ONU de diez días que terminó este viernes en Bonn ha iniciado la cuenta atrás para la cita de París, dentro de dos años y medio, donde se espera que sea adoptado el acuerdo más ambicioso hasta ahora en la lucha contra el cambio climático.
¿Cual será el marco obligatorio? ¿Qué compromisos se tomarán para reducir las emisiones con efecto invernadero? ¿Se debe mantener la flexibilidad ante grandes países emergentes como China, en nombre de su derecho al desarrollo?
Los temas son numerosos y complejos, pero el objetivo es contener el calentamiento a 2°C con respecto a sus niveles preindustriales.
"En teoría es posible", considera el climatólogo Jean Jouzel, "pero parece muy difícil", precisa.
Con una continua alza de las emisiones contaminantes, la concentración de CO2 en la atmósfera llegó recientemente al nivel de 400 ppm (partículas por millón), un nivel jamás alcanzado en la historia de la humanidad.
Según el grupo de expertos de referencia sobre el clima (Giec), limitar la elevación del termómetro entre 2°C y 2,4°C supone que la concentración de CO2 no supere 350-400 ppm. "Habría que dividir al menos por dos las emisiones antes de 2050" explica Jouzel, vicepresidente del Giec.
El objetivo de 2°C fue adoptado formalmente durante la cumbre de Copenhague en diciembre de 2009. La cifra fue determinada por los políticos a partir de investigaciones científicas sobre el impacto de varios umbrales de temperatura sobre los corales, sobre el casquete de Groenlandia o la productividad agrícola.
"Los 2°C son posiblemente un poco simbólicos, pero la idea es que si los superamos, empezamos a tomar riesgos en lo que respecta a nuestras capacidades de adaptación", resume Jouzel.
¿Se trata de un objetivo quimérico? A finales de 2012, el exresponsable de las negociaciones de la ONU sobre el clima, Yvo de Boer, lo había considerado "fuera de alcance".
Y esta semana SWP, un influyente grupo de expertos alemán, dedicaba un artículo en el diario británico The Guardian al "anunciado fracaso del objetivo de los 2°C, algo de lo que nadie quiere hablar realmente".
En los pasillos del hotel Maritim de Bonn, donde se llevaron a cabo las negociaciones sobre el clima, y a pesar de las dificultades, nadie quiere poner en duda el único objetivo tangible de las negociaciones por temor a abrir la caja de Pandora.

- BOTES SALVAVIDAS

Para el embajador de Seychelles, Ronald Jumeau, cuyo país es uno de los numerosos Estados insulares amenazados por la subida de las aguas, y que aboga incluso por un objetivo de 1,5°C, una ambición revisada a la baja equivaldría a "sacrificar" a los más vulnerables.
"Los negociadores de las pequeñas islas tendrían entonces que volver a sus países y comprarse botes salvavidas", comentó el embajador.
Preguntada recientemente sobre este asunto, la comisaria europea del Clima, Connie Hedegaard, recordó que los 2°C habían sido "aceptados por 120 dirigentes de todo el mundo hace tres años y medio". Y se preguntó: "¿Deberíamos cambiar de ambición porque es difícil?".
"Hace falta una voluntad política y una visión, y por el momento no las encontramos" admitió por su parte un negociador europeo. "El problema es que si renunciamos al objetivo de 2°C, ¿por qué nos vamos a detener en 3°C? No podemos permitir que se imponga esta lógica", asegura el negociador.

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