La industria petroquímica estadounidense, repunta con fuerza gracias al auge del gas de esquisto, tras años de declive, y sacude al mercado en todo el mundo, generando inquietud en Asia y en Europa.
"El tema es muy simple, hay mucha materia prima que necesita ser colocada", explicó Chuck Carr, un analista especializado en petroquímica de la firma IHS (NYSE: IHS - noticias) , desde Texas, capital de esta industria en Estados Unidos.
"Entonces todo el mundo dice: 'Démonos prisa para construir algo, ya que a este precio sería todo rédito", agregó.
El aumento de la producción de gas ha hundido los precios desde 2009 en Estados Unidos, mientras que los precios del petróleo se han disparado al doble.
El bajo precio del gas para usarlo como combustible ayuda a impulsar la recuperación de la industria en Estados Unidos. El gas natural estadounidense se vende por un tercio de su precio en Europa y un quinto del de Asia.
En 2008, ninguno de los miembros del Consejo de Química Estadounidense (ACC, por sus siglas en inglés) pronosticaba más inversión en el sector en el país.
Ahora, gracias al auge del gas de esquisto, que se extrae por presión de rocas a profundidad, la ACC registra 110 nuevos proyectos de inversión en Estados Unidos, valorados en 77.000 millones de dólares.
En los dos últimos meses, se han anunciado 13 proyectos.
Si todo llega a buen puerto la ACC proyecta la creación de 46.000 puestos de trabajo directos, a los que sumarán 200.000 subcontratos, en un sector que emplea a 800.000 personas, en comparación con el total de 1,1 millón de empleados que ostentaba en 1981."He estado trabajando en la industria química durante 20 años", y siempre la estrategia ha sido recortar la producción, dijo Martha Moore, economista de ACC.
"Ahora estamos ante un renacimiento. Los (productos) químicos están a la vanguardia, pero hay un repunte de la manufactura en Estados Unidos. Es un momento muy emocionante", agregó.
Al comienzo, los perforadores producían casi exclusivamente gas metano. Sin embargo debido a la baja productividad, comenzaron a desviarse a la producción de petróleo de esquisto y del gas natural, que contiene los elementos más valorados por la industria: butano, propano y especialmente etano.
Luego de una década de deslocalización de la industria, las empresas están impulsando la producción en Estados Unidos.
Las plantas existentes están trabajando a plena capacidad, las plantas que habían sido cerradas han vuelto a operar y otras están ampliando su capacidad, afirman representantes de la industria.
Además, están generando beneficios. Un ejemplo destacable es el gigante estadounidense Lyondell Basell, que ha pasado de la quiebra en 2009, a registrar ganancias récord.
Sin embargo, surge la duda de si este auge no va a explotar como una burbuja, una vez que el precio del gas suba, especialmente si Estados Unidos permite a los productores exportar gas y las plantas de electricidad a gas bloquean los suministros.
"Esta no es nuestra proyección", pero la industria ya ha registrado problemas por sobrecapacidad, dijo Walter Hart, analista de IHS.
En tanto, la producción debería mantener su alza con el incremento de la demanda, ya que hay suficiente gas en las reservas del suelo, que puede ser producidas con ganancias al precio actual (cerca de 4 dólares por millón de la unidad de energía BTU), para proveer al país durante 30 años, dijo IHS.
"Cada vez que el precio sube un poco, alguien abre una fuente en el país", y aumenta la producción, dijo Carr.
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