México ha sufrido en los primeros seis meses de 2014 el robo de unos 20.000 barriles diarios de crudo súper ligero, el más valioso de la mezcla mexicana de exportación, un flujo valorado en unos 360 millones de dólares en lo que va del año, reportó un funcionario petrolero mexicano.
En el mercado internacional este crudo de baja densidad y escaso contenido de azufre tiene un valor promedio de 107 dólares por barril, lo que representa el robo de por lo menos unos 60 millones de dólares al mes, casi 360 millones de dólares durante la primera mitad de este año.
“Es un crudo que se roban, que no creo se vaya a otros países, sino que se vende a los industriales, sobre todo a aquellos que no están conectados al gas natural”, dijo al diario El Financiero César Cadena, presidente de la Asociación de Distribuidores de Combustibles del Norte.
El crudo súper-ligero llamado Olmeca por la estatal Pemex, se extrae en los yacimientos que Pemex tiene en la Cuenca del Sureste, en las costas de Yucatán y Tabasco, frente al Golfo de México.
Pemex produjo durante junio poco más de 123 mil barriles diarios de crudo súper ligero, lo que representaría un robo del 16 por ciento del total de ese valioso tipo de petróleo de exportación.
Este crudo Olmeca robado a Pemex es independiente de la cantidad de combustible robado mediante extracciones clandestinas en la red de ductos de gasolinas y diésel, que en 2013 representó para la empresa estatal Pemex una pérdida 10 mil 300 millones de pesos (unos 800 millones de dólares).
La mezcla mexicana de crudo de exportación se compone de tres tipos de crudos: el más barato y viscosos es el Maya, un crudo pesado que representa más de la mitad de la producción nacional con densidad de 22 grados API (a menor densidad, mayor gradación del American Petroleum Institute, API); y 3.3% de azufre en peso; le sigue el Istmo, otra tercera parte de la producción, un crudo ligero con densidad de 33.6 grados API y 1.3% de azufre en peso; pero el más apreciado es el Olmeca, un crudo súper ligero con densidad de 39.3 grados API y 0.8% de azufre en peso, que es menos de la décima parte producida.
Los distribuidores afirman que este crudo, que tienen el mayor precio del país, es vendido directamente a empresas comercializadoras de “combustóleo alterno o ecológico”, en el norte y sur del país, y que venden combustible por debajo de los precios de Pemex.
“En todo el país, no hay una zona específica, pero está muy focalizado en el Bajío, cerca de la refinería de Salamanca, en la zona de Tampico, Madero (noreste), y en Sinaloa (noroeste), ahí hay mucho combustible robado”, señaló Sergio Estrada, presidente de la Asociación de Distribuidores de Combustibles en el centro del país.
La información de las pérdidas por robo de combustible fue presentada mientras el Congreso trabaja en forma extraordinaria en la pausa del verano para aprobar una reforma petrolera que permitirá por primera vez desde 1938 la inversión privada en la industria petrolera, para estimular su alicaída producción.
En una década, de un pico de producción de 3,4 millones de barriles diarios (b/d) en 2004, México registró una caída de producción de casi 2,52 millones de barriles diarios en 2013 y ha seguido descendiendo hasta los 2,47 millones en 2014, un reducción de casi 30 por ciento en 10 años.
Las reservas probadas de México cayeron de 24.630 millones de barriles en 2000, a 13.440 millones de barriles de petróleo crudo equivalente en 2013, que se extinguirían en 15 años al ritmo actual de producción.
Dato
Pemex reportó una pérdida neta de 52,226 millones de pesos (unos 4,000 millones de dólares) en el segundo trimestre de 2014, por mayores costos de ventas, deterioro de activos y carga fiscal, casi 7% superiores al mismo lapso del 2013.
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