jueves, 29 de marzo de 2012

Turquía: hacia un desarrollo respetuoso con el clima

 Energías renovables

Políticas para mitigar los cambios y adapatarse a ellos

Actividades realizadas por el PNUD para concientizar a la población sobre el problema que representa el cambio climático

Turquía / Ciberpasquinero  / PNUD

unUn agricultor en Turquía utiliza cultivos y prácticas de riego adaptados a los impactos del cambio climático. Foto: PNUD
 
Hace diez años, sólo había doce funcionarios del gobierno turco trabajando en temas de cambio climático. Hoy, más de 300 personas trabajan en esto, y existen políticas nacionales para mitigar los cambios y adaptarse a ellos. 
La transformación es parte de un marco amplio de actividades realizadas por el PNUD para concientizar a la población sobre el problema que representa el cambio climático en Turquía y desarrollar en el país la capacidad de mitigarlo y adaptarse. 
“Trabajamos con el PNUD en muchos aspectos”, dijo Muhammed Ecel, jefe del Departamento de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y Urbanización.  “El PNUD es un organismo indispensable dentro de las Naciones Unidas”.

Aspectos Destacados

  • Más de 300 profesionales del Gobierno trabajan en asuntos relacionados con el Cambio Climático
  • Nueva legislación nacional para el registro de los proyectos sobre carbono.
  • Se espera un 30% de energías renovables como parte del sistema de electricidad general para 2023.
Avances alcanzados
De 1990 a 2006 casi se duplicaron las emisiones de dióxido de carbono en Turquía.  Los funcionarios turcos empezaron a preocuparse por los peligros que esto suponía – la ubicación de Turquía en el Mediterráneo hace que sea vulnerable a la erosión costera, inundaciones, sequías frecuentes y degradación del suelo.

En 2004, Turquía se adhirió a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, y en 2009 firmó el Protocolo de Kyoto, un acuerdo global con objetivos vinculantes por ley para controlar las emisiones de dióxido de carbono. Dada su limitada experiencia en el tema del cambio climático, el gobierno turco recurrió a la ayuda del PNUD.
El PNUD se dirigió a los ámbitos gubernamentales, no gubernamentales, empresariales y académicos, y ofreció sesiones informativas sobre medición de emisiones, ciclos de mitigación y alcance de las negociaciones internacionales sobre el cambio climático.
Asimismo, coordinó las actividades de creación de la Comunicación nacional – un documento exigido a todas las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas, donde se detallan las tendencias de las emisiones locales y las medidas propuestas para cumplir los objetivos del Convenio. 20 instituciones y 100 expertos procedentes de los sectores de clima, energía, industria, agricultura, economía y gobierno participaron en la elaboración del documento. 

La adaptación es prioritaria
Posteriormente, se aceleraron los avances en las políticas de cambio climático. En 2009, Turquía terminó de elaborar una estrategia nacional sobre cambio climático, y se embarcó en proyectos de energía renovable.  El gobierno ofrece incentivos al sector industrial para fomentar el uso de tecnologías “inocuas para el clima” y ha incluido a las empresas privadas en los esfuerzos de adaptación. Alrededor del 80 %de las inversiones para el ahorro energético y la reducción de emisiones necesita provenir de empresas y consumidores. 

En este momento, Turquía está preparando su segunda Comunicación nacional, además de una estrategia nacional de adaptación al cambio climático.  Con el apoyo del F-ODM, el PNUD y otros organismos de la ONU y socios del gobierno coordinaron las consultas para elaborar la estrategia, y alentaron la creación de iniciativas comunitarias de adaptación.  En la cuenca del río Seyhan, se puso en marcha un programa conjunto de la ONU con financiación de España, que respaldó 18 proyectos piloto destinados a mostrar a las comunidades cómo adaptar el consumo de agua, la silvicultura, la pesca, la ganadería y las prácticas de salud pública a la realidad climática. 
Las comunidades locales ya comprenden mejor el estado de vulnerabilidad que sufrimos y las maneras de hacerle frente.  En el Valle del Seyhan, que se encuentra a 1.500 metros sobre el nivel del mar, se están sembrando cultivos nuevos que antes no hubieran prosperado en esa región.
“Nos estamos adaptando”, dice Özhan Sönmez, jefe del síndicato de riego de los pueblos de Karaboğaz, Kılıçmehmet y Büyükpotuklu. “Tenemos que adaptarnos a los cambios que nos presenta el nuevo clima”,

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