Se prevé que casi todos los arrecifes de coral
sufran una degradación grave salvo que se tomen medidas para mitigar las
emisiones de gases de efecto invernadero.
También se supone que los
corales pueden adaptarse a velocidades sumamente rápidas.
Pero aunque
todas las suposiciones sean correctas, solo se salvarán dos tercios de
los arrecifes de coral, de acuerdo con un estudio publicado
recientemente en la revista Nature Climate Change.
Dada la importante función que cumplen los arrecifes de coral en el ecosistema marino, estos descubrimientos son alarmantes.
Dada la importante función que cumplen los arrecifes de coral en el ecosistema marino, estos descubrimientos son alarmantes.
Se calcula que
los arrecifes de coral albergan a casi un cuarto de las especies de los
océanos y proporcionan servicios fundamentales en muchos sectores, como
protección costera, turismo y pesca, y necesarios para millones de
personas en todo el mundo.
Todos estos servicios podrían estar en riesgo
debido a que el calentamiento global y la acidificación de los océanos,
ambos impulsados por las emisiones de dióxido de carbono (CO2) causadas
por los humanos, suponen una grave amenaza para estos ecosistemas.
De acuerdo con este estudio, aunque el cambio climático se mitigara, los arrecifes de coral se resentirán y dejarán de ser los dinámicos ecosistemas que actualmente conocemos. «Nuestros resultados indican que, de acuerdo con los supuestos actuales referentes a la sensibilidad térmica, es posible que los arrecifes de coral dejen de ser ecosistemas costeros de importancia si las temperaturas medias mundiales realmente aumentan en 2 °C por encima del nivel preindustrial», explicó la autora principal, Katja Frieler del Instituto para la Investigación del Impacto Climático de Potsdam.
De acuerdo con este estudio, aunque el cambio climático se mitigara, los arrecifes de coral se resentirán y dejarán de ser los dinámicos ecosistemas que actualmente conocemos. «Nuestros resultados indican que, de acuerdo con los supuestos actuales referentes a la sensibilidad térmica, es posible que los arrecifes de coral dejen de ser ecosistemas costeros de importancia si las temperaturas medias mundiales realmente aumentan en 2 °C por encima del nivel preindustrial», explicó la autora principal, Katja Frieler del Instituto para la Investigación del Impacto Climático de Potsdam.
«Sin embargo, sin un proceso aún incierto de
adaptación o aclimatación, ya se prevé que aproximadamente el 70 % de
los corales sufrirán una degradación a largo plazo antes del año 2030,
incluso si se cumple la proyección más ambiciosa en cuanto a
mitigación».
Para proteger a los arrecifes de coral, los aumentos de las
temperaturas medias deberán mantenerse por debajo de 1,5 °C.
Según sus autores -científicos de Potsdam, la Universidad de Columbia Británica de Canadá y las Universidades de Melbourne y Queensland de Australia- esta es la primera investigación exhaustiva y mundial sobre la decoloración del coral en expresar sus resultados en términos de cambio de la temperatura media del planeta.
El equipo científico utilizó un amplio conjunto de 19 modelos climáticos mundiales para calcular la tensión térmica acumulada en 2 160 zonas de arrecifes de todo el mundo. Luego proyectó diferentes situaciones hipotéticas de emisiones a lo largo del siglo XXI y generó múltiples simulaciones de modelos climáticos.
Según sus autores -científicos de Potsdam, la Universidad de Columbia Británica de Canadá y las Universidades de Melbourne y Queensland de Australia- esta es la primera investigación exhaustiva y mundial sobre la decoloración del coral en expresar sus resultados en términos de cambio de la temperatura media del planeta.
El equipo científico utilizó un amplio conjunto de 19 modelos climáticos mundiales para calcular la tensión térmica acumulada en 2 160 zonas de arrecifes de todo el mundo. Luego proyectó diferentes situaciones hipotéticas de emisiones a lo largo del siglo XXI y generó múltiples simulaciones de modelos climáticos.
En total se diagnosticaron más de 32 000 años simulados, lo que permitió obtener una representación más sólida de la incertidumbre que en cualquier estudio anterior.
Los corales obtienen la mayoría de su energía de una estrecha
relación simbiótica con una clase especial de microalgas. La simbiosis
entre los corales y las algas puede romperse debido al efecto de las
temperaturas cálidas del agua.
A raíz de esto, los corales se
«blanquean» o decoloran. Aunque los corales pueden sobrevivir a esto, si
el estrés térmico se prolonga demasiado tiempo, pueden morir en grandes
cantidades.
«Así ocurrió en 1998, cuando se calcula que se perdió
aproximadamente el 16 % de los corales en un solo periodo prolongado de
calor en todo el mundo», comentó Frieler.
En el estudio se incluyeron hipótesis optimistas para tener en cuenta una posible aclimatación o adaptación de los corales al estrés térmico, como cambios a algas simbiontes con una mayor tolerancia térmica.
En el estudio se incluyeron hipótesis optimistas para tener en cuenta una posible aclimatación o adaptación de los corales al estrés térmico, como cambios a algas simbiontes con una mayor tolerancia térmica.
«Sin embargo, los corales no reúnen las condiciones necesarias
para poder desarrollar rápidamente nuevas tolerancias térmicas», destacó
el coautor Ove Hoegh-Guldberg, biólogo marino de la Universidad de
Queensland, en Australia.
«Tienen ciclos de vida largos de entre cinco y
cien años y muestran niveles bajos de diversidad debido a que pueden
reproducirse por clonación. Los corales no son como las moscas de la
fruta, que pueden evolucionar mucho más rápido».
Estudios anteriores calcularon la repercusión que tiene la adaptación térmica en los umbrales de decoloración, pero no el posible efecto opuesto de la acidificación de los océanos.
Estudios anteriores calcularon la repercusión que tiene la adaptación térmica en los umbrales de decoloración, pero no el posible efecto opuesto de la acidificación de los océanos.
El agua de mar se
vuelve más ácida cuando absorbe dióxido de carbono (CO2) de la
atmósfera. Esto probablemente actúe en detrimento de los procesos de
calcificación que son fundamentales para el crecimiento de los corales y
también podría disminuir su resiliencia térmica.
El nuevo estudio
ahondó en las consecuencias posibles de esta acidificación de los
océanos y descubrió que, como informó Hoegh-Guldberg, «las suposiciones
actuales sobre la sensibilidad térmica podrían subestimar, y no
sobrestimar, el impacto futuro del cambio climático en los corales».
Este completo análisis destaca lo cerca que se está de un mundo sin arrecifes de coral como se conocen en la actualidad.
Este completo análisis destaca lo cerca que se está de un mundo sin arrecifes de coral como se conocen en la actualidad.
«La ventana de
oportunidad para conservar la mayoría de los arrecifes de coral, parte
del patrimonio natural mundial, es pequeña», concluyó el coautor Malte
Meinshausen, del Instituto para la Investigación del Impacto Climático
de Potsdam y la Universidad de Melbourne, Australia.
«Cerraremos esta
ventana si sumamos otra década de abultadas emisiones de gases de efecto
invernadero en todo el mundo.»
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