Zonas como el sur de la Amazonia, la República Democrática del Congo o Indonesia acumularon grandes pérdidas anuales de carbono debido a la deforestación.
Europa, CSIC / ciberpasquinero
Un trabajo con participación del CSIC aplica una metodología novedosa para analizar con mayor precisión las reservas de carbono en las zonas tropicales.
El carbono fijado por los bosques tropicales reduce la cantidad de CO2 de la atmósfera impidiendo un mayor calentamiento del planeta.
El estudio revela que la cantidad de carbono emitida fue la misma que la almacenada en los bosques tropicales entre 2010 y 2017, lo que neutraliza su capacidad como sumidero.
La sequía y la deforestación se apuntan como dos de las causas del fenómeno.
El estudio también apunta a la deforestación como un motivo de la menor acumulación de CO2 en el periodo estudiado.
El estudio también apunta a la deforestación como un motivo de la menor acumulación de CO2 en el periodo estudiado.
Zonas como el sur de la Amazonia, la República Democrática del Congo o Indonesia acumularon grandes pérdidas anuales de carbono debido a esta causa.
Las regiones que no fueron sometidas a una deforestación masiva siguen actuando como un sumidero de carbono.
Una investigación internacional del centro de investigación en ecología CREAF aplica por primera vez microondas pasivas de banda L para medir de forma más fiable las reservas y los flujos de carbono en los bosques tropicales del planeta.
Una investigación internacional del centro de investigación en ecología CREAF aplica por primera vez microondas pasivas de banda L para medir de forma más fiable las reservas y los flujos de carbono en los bosques tropicales del planeta.
El trabajo, dirigido por Josep Peñuelas del CREAF, se publicó recientemente en la revista Nature Plants.
Las observaciones comprenden los cambios producidos entre 2010 y 2017 y muestran que los ecosistemas tropicales están perdiendo su papel como sumidero de carbono.
En consecuencia, las regiones tropicales se vuelven neutrales en el ciclo del carbono (es decir, almacenan tanto como emiten).
Este cambio puede hacer que en un futuro próximo se conviertan en fuentes de carbono hacia la atmósfera, una contribución más al calentamiento global.
La cuantificación de la distribución y dinámica del carbono almacenado en los suelos y plantas todavía es un campo incipiente y los datos actuales son poco fiables.
El estudio propone la aplicación de las microondas pasivas de banda L de baja frecuencia, ya que tienen una sensibilidad superior a las de alta frecuencia, usadas hasta ahora.
Con esta nueva metodología las observaciones satelitales se pueden realizar con precisión en bosques tropicales densos, lo que antes no era posible.
Conocer en profundidad el balance global del carbono es clave para prever escenarios futuros de cambio climático. Las emisiones de carbono hacia la atmósfera se estudian desde hace años, pero todavía se desconoce el ciclo completo de su presencia en vegetación y suelos.
Conocer en profundidad el balance global del carbono es clave para prever escenarios futuros de cambio climático. Las emisiones de carbono hacia la atmósfera se estudian desde hace años, pero todavía se desconoce el ciclo completo de su presencia en vegetación y suelos.
La sequía es una de las causas de los niveles bajos de fijación de carbono, o de su papel neutral, en las zonas tropicales.
La falta de agua disminuye la productividad vegetal
con consecuencias negativas sobre el almacenamiento.
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