viernes, 22 de febrero de 2013

Las fuerzas de la Contaminación

No es sólo el olor, o el sentir de la gente, lo que testimonia de la grave contaminación que sigue afectando al municipio de El Salto. 
Un equipo de investigadores del Departamento de Ciencias Ambientales, del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, encabezado por el doctor Arturo Curiel Ballesteros, ha llevado a cabo en los últimos años y hasta 2012, un monitoreo con un enfoque de salud ambiental en la zona, con datos de la misma Comisión Nacional del Agua sobre la calidad del agua en la parte del río Santiago que va de Las Pintas hasta El Ahogado, y entre éste y la cascada, donde el río se une al canal de El Ahogado.

La línea de trabajo consistió en identificar cuáles son las fuerzas que en un momento determinado están originando el deterioro del lugar. "La primera está relacionada con la expansión de Guadalajara con una dinámica muy acelerada. En la zona de El Salto hay poblaciones que en los últimos 20 años se han sextuplicado, y esto no es muy común dentro del territorio de los demás municipios". 

Otro problema es que buena parte del crecimiento que se está dando en El Salto no está planeado, por lo que la gente está sometida a amenazas de inundaciones, desbordamientos del río y deslizamientos. El ejemplo más dramático, dice, es el de la población de El Quince, que está en contacto directo con el agua contaminada, tanto por los aerosoles como por las actividades ladrillera, ganadera y lechera: "Además, está antes de la planta de tratamiento que instalaron, por lo que no recibe agua tratada".

Continúa: "La segunda fuerza es la cuestión de las industrias y sus residuos, que son patentes dentro del municipio: tanto de carácter sólido como líquido. Existen los contaminantes más peligrosos, como el mercurio y el cadmio, que tienen una gran probabilidad de estar presentes: 40 por ciento y 10 por ciento respectivamente, y que son altamente tóxicos". Los contaminantes que en cambio siempre están presentes son el nitrógeno, el fósforo, el aluminio, los coliformes fecales, grasas y aceites, sulfuros de algunos metales como el zinc, además de la pérdida de oxígeno. La última fuerza, dice el investigador, es el deterioro por actividad de minería no metálica en el municipio.

Añade que en cuanto al deterioro de los servicios del ecosistema, "encontramos que la degradación que ha sufrido el municipio en los últimos 30 años ha sido muy dramática, en principio porque es el municipio con más pérdida de patrimonio geológico, prácticamente los cerros están siendo eliminados por la minería; además, esta es la zona con mayor producción de alimentos en Jalisco y el cambio de uso del suelo del agrícola al industrial, está dañando esta capacidad natural".

Un ulterior aspecto que ha sido dañado, es el cultural, porque hasta hace 50 años el municipio se identificaba con el agua. Ahora Semades y Sedeur anunciaron que como parte del proyecto de saneamiento de la zona, se iniciará la construcción en proximidad de El Salto y de Juanacatlán, "el Niágara mexicano" como se conocía, de un parque ecológico con una inversión de 64 millones de pesos.

La misma Greenpeace ha señalado que la contaminación que perdura en la zona por las descargas industriales —ya que la planta de El Ahogado trata solamente la parte orgánica— podría tener afectaciones sobre la salud. 


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