Taller para compartir las lecciones aprendidas del proyecto Soporte a las áreas protegidas de Mesoamérica, auspiciado por la alianza España-PNUMA para las áreas protegidas en apoyo a la iniciativa LifeWeb
El Volcán Barú, en Panamá, y la Montañona, en El Salvador, prestan importantes servicios, desde la provisión de agua hasta la regulación del clima
El Volcán Barú, en Panamá, y la Montañona, en El Salvador, prestan importantes servicios, desde la provisión de agua hasta la regulación del clima
Ciudad de Panamá / Notiocho
Más allá de su propio valor intrínseco, la naturaleza nos brinda numerosos beneficios de todo tipo: culturales, espirituales, religiosos, sociales, etc. También proporciona beneficios cuantificables económicamente, aunque en algunos casos no sean necesariamente los más relevantes.
En cualquier caso, conocer el valor económico y social de los servicios que aportan los ecosistemas, así como el valor de las pérdidas que supondrían el deterioro de dichos ecosistemas es una herramienta de gran utilidad para la gestión del territorio y de sus recursos.
El valor de la diversidad biológica y de los servicios de los ecosistemas no se refleja plenamente en las políticas públicas o en la toma de decisiones.
El proyecto "Soporte a las áreas protegidas de Mesoamérica", impulsado por la alianza España-PNUMA para las áreas protegidas en apoyo a la iniciativa LifeWeb, estimó en cerca de 640 millones de dólares el valor de cuatro servicios ecosistémicos priorizados en dos áreas naturales de Mesoamérica: La Montañona, en El Salvador, y el Volcán Barú, en Panamá
Taller regional de cierre de proyecto en Panamá
Esta fue una de las conclusiones analizadas en el taller titulado "Valorando nuestras áreas naturales y construyendo mecanismos para protegerlas: lecciones aprendidas", que marca el cierre del proyecto.
El evento de tres días de duración, que comenzó hoy en la Ciudad de Panamá, está dirigido a tomadores de decisiones relacionados con la gestión de la biodiversidad y los ecosistemas —en especial, áreas protegidas— de los países de la subregión de Mesoamérica, así como a representantes de la cooperación internacional y de las diferentes organizaciones involucradas en el proyecto.
Son varios los objetivos que se ha marcado este encuentro regional: comunicar y compartir los resultados y las lecciones aprendidas de los estudios realizados por el proyecto en el área de conservación La Montañona y en el Parque Nacional Volcán Barú; propiciar el intercambio de experiencias entre los representantes de diferentes países de América Latina, en especial de la sub-región de Mesoamérica; fortalecer las capacidades del personal técnico de dichos países en los temas de valoración económica de las Áreas Naturales Protegidas y en el diseño de instrumentos económicos y legales para promover el uso sostenible de la biodiversidad y los ecosistemas; y analizar el trabajo conjunto del Gobierno de España y del PNUMA en apoyo a la plataforma LifeWeb.
Los beneficios de las áreas protegidas
Del valor total de los beneficios anuales que se calcula que aportan ambas áreas naturales, cerca de 550 millones de dólares corresponden al Parque Nacional Volcán Barú y 90 millones de dólares al Área de Conservación La Montañona. Los ejercicios de valoración se realizaron tomando como referencia una gama de servicios previamente identificados y priorizados a través de procesos participativos con actores clave en ambas zonas.
El agua constituye el beneficio más importante brindado por el Volcán Barú. La provisión de agua para consumo humano, la agricultura y la generación de energía hidroeléctica representa el 95% del valor total de los servicios que presta esta área natural de Panamá.
Además de la provisión de agua, los servicios ecosistémicos valorados y priorizados por el proyecto son la regulación del clima, la moderación de eventos climáticos extremos y la prevención de la erosión, así como las oportunidades para la recreación y el turismo.
En el caso del área protegida de El Salvador, los beneficios más significativos se obtienen de otros servicios de regulación, soporte y culturales (el 84% del valor económico total).
Entre los servicios de regulación destacan la regulación del clima local, el secuestro de dióxido de carbono, la protección frente a los desastres naturales, el tratamiento de las aguas residuales, la polinización, la fertilidad del suelo y la protección frente a la erosión.
Entre los servicios de soporte figuran los hábitats para las especies y la diversidad genética. Los servicios culturales incluyen las actividades de ocio, el turismo, la apreciación estética y la experiencia espiritual.
Los costes del deterioro de las áreas protegidas
Además de los beneficios que supone contar con estos valiosos recursos naturales, el proyecto "Soporte a las áreas protegidas de Mesoamérica" valoró también los costes que supondría su pérdida o deterioro.
Los costos totales asociados a las pérdida de los diferentes servicios ecosistémicos del Volcán Barú ascenderían a $1,170 millones, de los cuales, cerca del 97% correspondería a la provisión de agua.
El valor de los costos de degradación y pérdida de biodiversidad en el macizo montañoso de La Montañona se estimó en aproximadamente 4 millones de dólares anuales.
Desde una perspectiva económica, la conservación y el buen manejo de los recursos naturales siguen siendo un reto, debido a que el crecimiento económico en gran parte se ha logrado a costa del deterioro de la naturaleza mediante la explotación insostenible de bienes gratuitos, como el agua, los recursos forestales o el paisaje.
La cuantificación y valoración económica de estos recursos se ha convertido en tarea fundamental para obtener una medida que pueda integrarse como información en el proceso de toma de decisiones.
El análisis de la valoración económica en estas dos áreas naturales de Mesoamérica representa únicamente un ejercicio para captar una estimación del valor monetario y comprender la incidencia de los servicios ecosistémicos provistos por las áreas naturales en las dinámicas económicas asociadas.
Los resultados del estudio arrojan elementos de alto valor para el diseño, la arquitectura y el desarrollo de políticas e instrumentos que permitan una gestión mejor y más sostenible del capital natural presente en las áreas protegidas.
Esta iniciativa mesoamericana, financiada por el Gobierno de España e impulsada por el PNUMA, se apoya en los ministerios de Medio Ambiente de cada país.
En Panamá, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente trabaja codo a codo con la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), y cuenta con la colaboración en el terreno de la Fundación para el Desarrollo Integral, Comunitario y Conservación de los Ecosistemas en Panamá (FUNDICCEP) y la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON).
En El Salvador, el PNUMA implementa el proyecto junto con el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y la colaboración del Programa Salvadoreño de Investigación sobre Desarrollo y Medio Ambiente (PRISMA).
Algunos datos clave:
o Se debería precisar un sistema de gestión y desarrollo social que permita alcanzar la seguridad hídrica para el consumo domiciliar. El agua debe ser segura para todos.
o Los beneficios que aporta el Volcán Barú en la moderación el impacto de eventos climáticos extremos se estiman en 2,5 millones de dólares al año.
o El valor económico de de la reducción del impacto de los fenómenos climáticos extremos que aporta La Montañona se estima en 1,1 millones de dólares.
o La pérdida de los servicios de recreación y turismo en el Parque Natural Volcán Barú supondría un coste de 25,8 millones de dólares.
o Los niveles de equidad social y distribución del beneficio son, por lo general, bajos, y la ganancia generada por los servicios que aportan las áreas protegidas analizadas no se distribuye necesariamente de forma equitativa en el contexto local, donde se da la dinámica de gestión y conservación del capital natural.
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