martes, 6 de agosto de 2013

Las piscinas naturalizadas también se contaminan


En los últimos años han aumentado las piscinas naturalizadas, aquellas que no utilizan cloro ni otros productos químicos para su desinfección.

Las piscinas naturalizadas se suelen integrar en paisajes ajardinados./ Clear Water Revival.
Ahora científicos de la Universidad de Barcelona han detectado contaminación fecal en algunas de ellas debido a las deposiciones de pájaros y otros animales, por lo que recomiendan investigar el alcance del problema y determinar los parámetros microbiológicos que aseguren la salud de los bañistas.



lunes, 5 de agosto de 2013

Estudian relación entre contaminación ambiental y función olfativa

Los habitantes de la ciudad de México requieren mayores concentraciones de una sustancia para detectar su olor

 http://www.comunicacion.amc.edu.mx/comunicacion/noticias/images/cyd-020813-portada-g.jpg

México es el segundo país de América Latina con mayor número de muertes relacionadas con la contaminación del aire, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS); y los promedios de concentración de ozono en México rebasan hasta en 150% los niveles permitidos.
 Los contaminantes más importantes en la ciudad de México son el ozono y las partículas menores a 10 micrómetros formadas por distintos materiales. El ozono es constituyente natural de la atmósfera, pero cuando por la actividad humana su concentración es superior a la normal se considera como un gas contaminante. 
En el noroeste de la ciudad de México la contaminación por este tipo de partículas es más grave; mientras que en el suroeste la contaminación por ozono es la más grave.
Científicos de los Institutos de Investigaciones Biomédicas y de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México estudian los problemas asociados con la contaminación del aire, y cómo afecta a la función olfativa.
 La investigación coordinada por el doctor René Drucker-Colín y la doctora Robin Hudson, ambos integrantes de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y realizada por el maestro Marco Guarneros, consistió en comparar la capacidad olfativa en 30 adultos jóvenes del estado de Tlaxcala, y a 30 voluntarios de la ciudad de México; se escogió a Tlaxcala por ser una región geográficamente similar pero con bajos índices de contaminación. 
A cada voluntario se le aplicaron 3 pruebas: la primera consistió en medir el umbral de detección, que es la concentración mínima que se requiere para detectar el olor de una sustancia particular.
La segunda es la prueba de discriminación de olores, que evalúa la capacidad del sujeto para distinguir un olor de otro.
Por último, una prueba de identificación de olores cotidianos, en la que el sujeto asocia un olor con su nombre, con ayuda de una lista de opción múltiple. Los resultados de las pruebas se suman para obtener un puntaje combinado. 
Los resultados indican que a diferencia de los habitantes de la ciudad de México, los de Tlaxcala detectan un olor rápidamente y con bajas concentraciones de sustancias odorantes, además, pueden discriminar mejor entre odorantes significativamente similares en comparación con los del Distrito Federal; incluso tienen un buen desempeño en una prueba realizada para evaluar la sensibilidad del trigémino, observándose una mejor capacidad de percepción de un tipo de olores llamados "frescos".
Los resultados de las pruebas que se han realizado hasta el momento muestran que la capacidad olfativa de los habitantes de la ciudad de México es menor y probablemente está asociada con la contaminación ambiental.
 Lo que se conoce comúnmente como el sentido del olfato se compone de múltiples sensaciones mediadas por dos vías neurales distintas del cerebro, pero conectadas entre sí: los sistemas olfativo y trigeminal. En el primero, las moléculas de olor llegan a las células olfativas ubicadas en el fondo de la cavidad nasal donde son percibidas. Por otro lado, las terminaciones nerviosas del trigémino, que están por toda nuestra nariz, permiten la percepción de sensaciones picantes, frescas y dolorosas; así percibimos el chile y la menta.
 "Una función importante de la sensibilidad trigeminal intranasal es evitar la inhalación de sustancias tóxicas o irritantes y, al igual que el olfato, nos puede ayudar a evitar accidentes en el hogar. Además, la activación trigeminal puede desencadenar reflejos protectores, incluyendo estornudos y producción de lágrimas" explicó Marco Guarneros responsable del proyecto. 
Cuando la exposición a los contaminantes es breve, las células olfativas son capaces de limitar el daño a la mucosa nasal pero en el caso de la exposición crónica de la mucosa, puede reducir su capacidad de defensa, causando malestar. 
Finalmente en esta investigación se propone que el ozono tiene efectos negativos en la capa de células olfativas, al fondo de la cavidad nasal, lo que produce una reducción en nuestra percepción de olores y  "aunque no sabemos si los transtornos del olfato se deban solamente al ozono, lo que sí sabemos es que tiene efectos negativos en nuestro sentido del olfato" finalizó Guarneros.

jueves, 1 de agosto de 2013

Un gran incendio arrasa una reserva ecológica de Buenos Aires


Un incendio de grandes proporciones se desató la noche del miércoles en la Reserva Ecológica de Buenos Aires, una zona de pastizales de 350 hectáreas, ubicada en la costa del Río de la Plata.
El fuego pudo ser controlado, aunque no extinguido, tras más de dos horas de trabajo de quince dotaciones de bomberos, según imágenes transmitidas por la televisión. El incendio se desató cuando el lugar ya estaba cerrado al público y comenzó con un frente de 150 metros por 50, pero rápidamente se generalizó porque la vegetación estaba prácticamente seca por el período invernal.
"La situación está controlada, pero el fuego puede durar unas horas más", dijo el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, quien estimó que "el incendio pudo haber sido intencional". El lugar, donde existen pastizales y alguna arboleda y numerosas aves, suele ser utilizada por los vecinos para caminar, correr o andar en bicicleta por sus senderos interiores. "No hubo gente herida, pero las llamas se propagaron hacia la laguna de las Gaviotas y es lamentable el daño que le causaron a la reserva", agregó Macri.
Desde varios barrios aledaños al lugar se podía apreciar la densa humareda y las llamas que alcanzaron casi diez metros de altura, según los bomberos.
El presidente de la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires, Javier Corcuera, dijo que "el humo con cenizas de vegetal quemado no es tóxico", aunque aconsejó a los vecinos cerrar las ventanas de sus viviendas. La Reserva ya sufrió varios incendios y en la mayoría de los casos fueron intencionales.